Con las tecnologías de NFC y Beacom no se trata de ofrecer nuevos productos, ni se trata solo de crear tiendas divertidas. Hay que crear nuevas experiencias. No tanto de innovar y ofertar productos innecesarios, que nadie busca ni quiere, sino de pensar en que es lo que mueve al cliente a acudir a sus tiendas y en lo que hay que ofrecerles cuando llegue a ellas.
La era digital ha creado un escenario en el que todas las empresas se han tenido que adaptar a unas nuevas reglas del juego.
Vivimos en un mundo en el que las líneas móviles ya han alcanzado la cifra de habitantes del planeta más de 7.400 millones. El desarrollo y tratamiento masivo de la información o Big Data está en su momento álgido. Con este escenario parece lógico pensar que el uso de la tecnología móvil supone una fuente formidable de oportunidades para los retailers y las marcas.
Los dispositivos móviles nos acompañan a todas partes, lo consultamos una media de 150 veces al día y por ello se han convertido en la mejor manera de captar la atención de los clientes. Una atención fugaz, ya que nos hemos acostumbrado a una dinámica de comunicación breve, concisa y a tiempo real. El consumidor actual es alguien que está permanentemente conectado. Para trazar una estrategia que nos asegure el éxito hay que conocer y entender perfectamente las actitudes y preferencias de este nuevo tipo de consumidor.
Diferentes estudios muestran que las nuevas tecnologías (como el NFC o Beacon que vamos a ver a continuación) se han convertido en opciones muy a tener en cuenta cuando de comunicarse con el cliente se trata.
Gracias a la tecnología NFC los consumidores están pagando en multitud de establecimientos con sus smartphones. De hecho, en los dos últimos años el uso del móvil como forma de pago ha aumentado más del 50% y la tendencia apunta a que los pagos con móviles en tiendas se incrementarán en todo el mundo durante este año.
Sin embargo, en muchos casos se están dejando pasar oportunidades de usar esa tecnología para mejorar la experiencia de comprar e incluso de la post-compra.
El uso de las tecnologías NFC y Beacon es una de las grandes revoluciones del universo móvil y ofrece grandes posibilidades en el mundo del marketing retail para conseguir alcanzar estos objetivos.
Qué es NFC
Near Field Communication (NFC) es una tecnología inalámbrica que se ha adaptado perfectamente a la practicidad y la conveniencia de nuestros dispositivos móviles.
El NFC es comunicación de uno a uno, es el usuario el que localiza un equipo con el chip NFC o una etiqueta y aproxima su móvil a él. Tras acercarlo, se ejecuta el programa que suele activar el mensaje.
La tecnología NFC en retail no solo tiene una funcionalidad orientada al pago, sino que se puede aplicar para ayudar al comprador durante el proceso de compra. Por ejemplo, introduciendo links en etiquetas NFC que lleven a la página web con el objetivo de ofrecer a los consumidores una información más detallada de los productos e interactuar con ellos de maneras nuevas sin necesidad realmente de asistencia del personal de la tienda.
En el proceso de checkout, un dispositivo móvil se encargaría de canjear todos nuestros cupones de descuento, tarjetas de fidelización y método de pago con una simple pasada por el lector.
Qué es Beacom
El Beacon es un pequeño dispositivo que emite señales de onda corta por medio de la tecnología Bluetooth y transmite mensajes y avisos personalizados a los smartphones de los clientes a un radio de hasta 50 metros sin necesidad de una sincronización de los aparatos.
El Beacon es una acción de marketing de proximidad cuando el dispositivo detecta la app descargada en el móvil del cliente automáticamente el usuario recibe la comunicación. Esta puede ser una oferta promocional personalizada, un mensaje de bienvenida a nuestra tienda, o descuentos y cupones digitales recibidos in situ y listos para canjear, todo ello de forma rápida y sencilla.
Esta tecnología tiene un gran potencial en CRM (Customer Relationship Management) ya que permite una localización exacta, es decir, saber si el usuario está dentro o fuera de nuestra tienda, o en qué sección o pasillo se encuentra. Esto facilita un servicio al cliente totalmente personalizado y permite aplicar técnicas de venta como el up-selling o el cross-selling. El único requisito es que el smartphone receptor tenga instalado una aplicación que rastree estas señales.
Es importante tener en cuenta que estas tecnologías son compatibles y que el uso complementario de ambas ayudará a mejorar la rentabilidad del establecimiento, pero sobre todo lo que conseguiremos será redundar muy positivamente en la calidad e imagen que los clientes perciben de nuestra empresa.
Los retailers tienen que ser conscientes de la época que les ha tocado vivir y moverse, en gran medida, en el terreno de la innovación pero sin olvidar que aunque la tecnología es un poderoso catalizador y facilitador, el factor humano sigue jugando un papel central en nuestra relación con el público. La experiencia de compra y el trato personalizado serán los que marquen la diferencia.
No se trata de ofrecer nuevos productos, ni se trata solo de crear tiendas divertidas. Hay que crear nuevas experiencias. No tanto de innovar y ofertar productos innecesarios, que nadie busca ni quiere, sino de pensar en que es lo que mueve al cliente a acudir a sus tiendas y en lo que hay que ofrecerles cuando llegue a ellas. Para ello, hay que preguntar al cliente. Usando estas herramientas no se pretende cambiar el proceso de compra, simplemente facilitar al comprador su parte.
Adaptado por la división consultoría de EvaluandoCRM.com